El déficit de hierro podemos detectarlo en análisis de sangre midiendo diferentes parámetros: hierro sérico, transferrina o proteina transportador de hierro en sangre y ferritina, que mide los depósitos tisulares de hierro.
Podemos sin embargo, tener niveles adecuados en sangre de estos marcadores pero tener un déficit intracelular de hierro. Es decir, tenemos suficiente hierro pero éste no se metaboliza en las células por diferentes motivos.
Tenemos que valorar pues, si existe suficiente hierro en el organismo, tanto circulante como en depósitos, pero también si el hierro existente se está utilizando de forma óptima en las células.
Para esto nos valemos de estudios metabólicos. Estudiamos glicina y lisina
La glicina participa en la primera etapa de síntesis del grupo hemo. Esta etapa es la limitante, y se regula mediante feedback negativo. Es decir, que una acumulación de hemo paralizaría dicha etapa, acumulándose glicina, por lo que nos indica que hay suficientes reservas al no unirse al hierro, indicando una deficiencia de hierro. Además la lisina es un aminoácido que participa en la absorción del hierro. Un aumento del mismo también nos ayuda a determinar esa deficiencia de hierro.
El metabolismo del hierro es fundamental en diferentes aspectos neurológicos como metabolismo de dopamina entre otros : TDAH, Parkinson, Sindrome Piernas inquietas, por citar algunos ejemplos.
Dr Cruz Velarde
Neurólogo
www.neuronae.net
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