El estrés oxidativo aparece cuando se altera la homeostasis óxido-reducción intracelular. Este desequilibrio entre prooxidantes y antioxidantes es responsable del envejecimiento prematuro y está involucrado en numerosas enfermedades neurológicas. Los diferentes perfiles de evaluación del estrés oxidativo e inflamación crónica analizan las principales reacciones producidas en nuestro organismo por las especies reactivas de oxígeno (EROs), así como también diversos factores prooxidantes y diferentes mecanismos antioxidantes.
El mayor factor de riesgo para enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson (EP), y la parálisis supranuclear progresiva (PSP) es el envejecimiento.
Dos procesos que han sido implicados en el envejecimiento son el daño oxidativo inducido por radicales libres y la disfunción mitocondrial. Se ha sugerido que un deterioro progresivo de la función mitocondrial y / o un aumento del daño oxidativo desempeñan papeles críticos en la patogénesis de estas enfermedades neurodegenerativas.
Por ejemplo, la disminución de la actividad del complejo I, el aumento del daño oxidativo y las actividades alteradas de las enzimas de defensa antioxidantes se han demostrado en la EP. Los estudios en PSP han demostrado reducciones regionales específicas en la función mitocondrial cerebral y muscular, y aumento del daño oxidativo.
En conjunto, el inicio y el curso progresivo de estas enfermedades neurodegenerativas pueden, en última instancia, resaltar una asociación entre el envejecimiento, el deterioro mitocondrial y el estrés oxidativo.
Dr Juan A Cruz Velarde
Instituto Neurobiología Clinica
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