Después de varios años intentando encontrar una causa exclusivamente genética relacionada con el TDAH no se ha podido establecer hasta la fecha una relación patognomónica entre un gen específico y el Trastorno por Déficit de Atención.
Se acepta cada vez más que el TDAH es un trastorno complejo que implica funciones ejecutivas del encéfalo, es decir con una amplia heterogeneidad y comorbilidad y que pese a sus causas genéticas está sujeto a las modificaciones de la expresión de sus síntomas por factores ambientales.
La epigenética actualmente es definida como aquellos cambios en la expresión genética que no son debidos a una alteración en la secuencia del ADN.
Uno de los aspectos más estudiados en la epigenética son las influencias ejercidas durante la fase prenatal del desarrollo.
Así, Seckl formuló la denominada hipótesis de la programación fetal que propone la influencia de factores ambientales que afectan la maleabilidad biológica del feto y que contribuye a predisponer ante determinado trastorno postnatal.
El mecanismo epigenético actúa como si se tratase de un dispositivo que activa o desactiva ciertos rasgos o características genéticas haciéndolas visibles o no fenotípicamente. De esta manera realiza un importante papel en la expresión genética sin modificar su secuencia. Esto hace posible que una persona sin antecedentes genéticos de una determinada enfermedad pueda, bajo determinadas condiciones ambientales experimentadas durante su fase prenatal, comenzar a expresar algunas características asociadas a dicha enfermedad y viceversa, una persona con un historial genético de un trastorno X, podría no expresar los rasgos de esa enfermedad si se consiguen mantener ciertas condiciones ambientales desde su fase prenatal, haciendo que los genes aunque existan no se expresen.
Los cambios epigenéticos pueden implicar procesos bioquímicos de tipo metilación del ADN, modificaciones de la cromatina y/o modificaciones del ácido desoxirribonucleico no codificado; para una mayor ampliación de estos procesos se puede consultar.
Un estudio prospectivo realizado por Van den Bergh y Marcoen iniciado a las 12 semanas de embarazo con 71 madres holandesas normales y sus 72 hijos con edades comprendidas entre 8 y 9 años y edad media 8,6 años, sugiere la existencia de una relación entre la ansiedad prenatal de las madres, y los síntomas de TDAH.
El estudio controló las variables sexo del niño, el nivel educativo de los padres, el tabaquismo durante el embarazo, el peso al nacer, y la ansiedad materna postnatal. Los análisis de regresión mostraron que el estado de ansiedad de la madre durante el embarazo explicó el 22% de la variación en los síntomas de déficit de atención con hiperactividad, Otro resultado importante a destacar de este estudio es que la ansiedad entre las 12 y las 22 semanas de edad gestacional resultó ser un predictor significativo mientras que la ansiedad experimentada entre las semanas 32 y 40 no lo fue).
Dr Juan A Cruz Velarde
Neurólogo
www.neuronae.net
Seckl, J. R. (2001). Glucocorticoid programming of the fetus; adult phenotypes and molecular mechanisms. Molecular and Cellular Endocrinology, 185(1-2), 61-71.
Van den Bergh, B. R., & Marcoen, A. (2004). High Antenatal Maternal Anxiety Is Related to ADHD Symptoms. Child Development, 75(4), 1085 – 1097.