El tipo de alimentación es un factor que afecta al sueño. Una dieta carente de vitaminas, minerales y otras sustancias nutritivas, va a afectar al sueño del niño.
Se recomienda comer grandes cantidades de verduras y hortalizas frescas y poco cocinadas, pues así aportan más vitaminas. Los cereales integrales tienen vitamina B, la cual rebaja los niveles tensionales.
Hay que limitar el consumo de grasas, no eliminarlas totalmente. Los alimentos ricos en hidratos de carbono favorecen el sueño, mientras que los ricos en proteínas acrecientan la alerta.
Es un error pensar que cenar mucho ayuda a dormir. La cena debe ser ligera, evitando grasas y picantes. A veces se producen alergias a ciertos alimentos que provocan alteraciones del sueño. Hay que detectar qué alimento provoca estas alteraciones y eliminarlo de la dieta.
Entre las vitaminas y minerales que afectan al sueño, destacamos las siguientes:
-Vitamina B. Se recomienda a aquellos sujetos que se despiertan por la noche y les cuesta dormirse de nuevo.
-Calcio. Tiene un efecto relajante sobre el SNC, lo cual facilita el sueño.
-Magnesio, cinc, cobre y hierro. Si faltan estos minerales en la dieta, puede provocar alteraciones del sueño. En los niños este hecho se traduce en despertares y lloros durante la noche.
-Triptófano. Es un aminoácido que está en la carne, el pescado, los huevos, las judías, la leche, el queso y las hortalizas. A partir de esta sustancia, el cerebro elabora la serotonina, un neurotransmisor químico que reduce la actividad nerviosa e induce el sueño. Así es un buen facilitador del sueño.
Dr Juan A Cruz Velarde Neurólogo www.neuronae.net