Un pequeño estudio ha ampliado las evidencias de que la resistencia a la insulina podría desempeñar un papel importante en la depresión de algunas personas. El estudio ha hallado que la pioglitazona, un fármaco utilizado para fomentar la sensibilidad a la insulina en personas con diabetes tipo 2, parece aliviar los síntomas de depresión crónica.
La investigación incluyó a 37 adultos (29 mujeres y 8 hombres) de 21-75 años. Su peso variaba entre un peso más bajo que el normal hasta la obesidad grave. Ninguno padecía diabetes, pero algunos eran resistentes a la insulina o tenían prediabetes. Todos habían sufrido depresión durante más de un año, y a pesar de los tratamientos estándares, seguían experimentando dicho trastorno.
Se administró al azar a los voluntarios del estudio un tratamiento de 12 semanas con pioglitazona o un placebo, al tiempo que se les permitía continuar con su tratamiento antidepresivo actual. Las personas que eran sensibles a la insulina tuvieron mejoras en la depresión al final del seguimiento, independientemente de si tomaban el fármaco o el placebo. Quienes eran resistentes a la insulina sólo experimentaron una mejora en los síntomas de depresión si tomaban el fármaco para sensibilizar a la insulina. Cuanto más resistente a la insulina era una persona, mejor funcionaba el fármaco para su depresión.
Los autores sugieren que los trastornos del estado de ánimo quizá sean parte de una enfermedad sistémica, al menos en un subgrupo de pacientes deprimidos, y que las mejoras en la resistencia a la insulina o una reducción de la inflamación podrían ser lo que ayudara a aliviar los síntomas depresivos.
De nuevo surge la posible implicación de mecanismos inflamatorios dentro de la fisiopatologia de problemas cerebrales, en este caso relacionados con la depresión, y nos abre vias para llegar a dilucidar las causas primeras de determinados sindromes neuropsiquiátricos.
[Psychiatry Res 2015] Lin KW, Wroolie TE, Robakis T, Rasgon NL
Dr Juan A Cruz Velarde Neurólogo www.neuronae.net