Corroborando el saber popular, investigaciones científicas han constatado que las personas que duermen pocas horas y se acuestan muy tarde se sienten a menudo más abrumadas por pensamientos negativos que quienes duermen lo necesario y en un horario estable, al margen, obviamente, de los casos en los que son las preocupaciones lo que dificulta conciliar el sueño.
Estudios anteriores ya habían relacionado los problemas de sueño con pensamientos negativos recurrentes, sobre todo en los casos en que una persona no duerme lo suficiente y acaba angustiándose excesivamente sobre el futuro, piensa demasiado en el pasado y experimenta temores típicos de quienes sufren trastorno de ansiedad generalizada, trastorno depresivo mayor, estrés postraumático, trastorno obsesivo-compulsivo y fobia social.
Procurar dormir lo suficiente y en un horario estable podría beneficiar a las personas que están en riesgo de desarrollar un trastorno caracterizado por tales pensamientos negativos recurrentes.
Dr Juan A Cruz Velarde Neurólogo www.neuronae.net